LA CIUDAD
Te dices: Me marcharé
a otra tierra, a otro mar,
a una ciudad mucho más
bella de lo que ésta
pudo ser o anhelar…
Esta ciudad donde cada
paso aprieta el nudo corredizo,
un corazón en un
cuerpo enterrado y polvoriento.
¿Cuánto tiempo tendré
que quedarme,
Confinado en estos
tristes arrabales
del pensamiento más
vulgar? Dondequiera que mire
se alzan las negras
ruinas de mi vida.
Cuántos años he pasado
aquí
derrochando, tirando,
sin beneficio alguno…
No hay tierra nueva,
amigo mío, ni mar nuevo,
pues la ciudad te
seguirá,
por las mismas calles
andarás interminablemente,
los mismos suburbios
mentales van de la juventud a la vejez,
y en la misma casa
acabarás lleno de canas…
La ciudad es una
jaula.
No hay otro lugar,
siempre el mismo
puerto terreno, y no
hay barco
que te arranque a ti
mismo. ¡Ah! ¿No comprendes
que al arruinar tu
vida entera
en este sitio, la has
malogrado
en cualquier parte de
este mundo?
Traducción de Aurora Bernárdez
* * *