miércoles, 23 de septiembre de 2009

POEMAS DE HÉCTOR VIEL TEMPERLEY (1933-1987)

Creo que la muerte es algo

Creo que la muerte es algo
que se puede pensar
hasta sin cerebro.
Uno pasa por delante
de algunas casas
y las oye pedir muerte.

Qué destino
el de esos nuevos frentes
de casas de departamentos.
Yo he escuchado a sus materiales
pedir muerte,
volver a ser lo que eran
antes, en cualquier parte.

Me lo piden a mí
que oigo pensar su muerte
cuando paso a su lado
y oyen pensar la mía.


***




Vi una pelota



Vi una pelota
igual a todas
que el viento se llevaba
mar adentro.

Después de perseguirla
una milla marina
colores de planeta y África
tiraban de la punta
de mis dedos.

Y yo pensaba:
si te sigo, muero.


***


Señor, estoy cansado



Señor, estoy cansado.
Que me hablen solamente
de lejos y con banderas,
como a barco apestado.


***


Suavemente, como se apoya la flecha



Suavemente, como se apoya la flecha
en la cuerda del arco,
apoya en mi pecho
un pezón de tu pecho.



***


Dormir doce horas



Dormir doce horas,
despertar en el cielo.
Afeitarme por última vez...


***


Quise ser como mil sables



Quise ser como mil sables
en el instante de desenvainarse.
Quise poner mis ojos en sus ojos
y hacerla arder
con la luz de mil sables.

Creo que fue algo así
como querer ser ángel.
Como no querer morirme
adentro de la carne.


***

Del libro HUMANAE VITAE MIA (1969)

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