martes, 9 de noviembre de 2010
EUGENIO MONTALE
PER FINIRE
Raccomando ai miei posteri
(se ne saranno) in sede letteraria,
il che resta improbabile di fare
un bel falò di tutto che riguardi
la mia vita, i miei fatti, i miei non fatti.
Non sono un Leopardi, lascio poco da ardere
ed è già troppo vivere in percentuale.
Vissi al cinque per cento, non aumentate
la dose.
Troppo spesso invece piove
sul bagnato.
PARA TERMINAR
Recomiendo a mis herederos
(si los hubiere) en materia literaria,
lo que ya es improbable, que hagan
una hermosa fogata con todo lo que atañe
a mi vida, a mis actos, a lo no hecho.
Yo no soy Leopardi; dejo poco a las llamas
y es demasiado ya vivir al porcentaje.
Viví al cinco porciento: no aumentéis
la dosis. Demasiado a menudo, en cambio, llueve
sobre mojado.
De Diario del '71 e del '72
Traducción de Horacio Armani
* * *
lunes, 25 de octubre de 2010
TERCER MONOLOGO A BARBARA
Como yo te he amado no habrán de amarte, Bárbara.
Superarán mi relativa capacidad
intelectual, emotiva, sexual,
pero ya nadie podrá cantar hasta desgañitarse
tu nombre junto al mar y las estrellas
el 20 de noviembre de 1979,
nadie podrá retroceder diez años
y tomarte la mano para cruzar la Avenida
juntos
como yo lo hice, Bárbara.
El amor es la refutación definitiva
de los universos paralelos, Bárbara.
Ya nadie juega ni jugará con tu pelo
en una tarde de verano de 1974,
en un patio de baldosas rojas y hormigas.
Absolutamente nadie repetirá el
momento en que te vi revolver un capuchino
hace diez años y un día.
Bárbara, llueve y la arena absorbe las gotas,
las almejas las chupan y excretan, se hunden,
pasan a otro planeta, oscuro y desconocido,
los granos cambian sin cesar,
levemente, de posición, te alejas de mí,
te acercas, tal vez en un futuro no muy lejano partes,
pero mi amor es conservado, diferenciado
de cualquier otro amor
por el universo único, indivisible,
que tú y yo conocemos
o habremos conocido, Bárbara.
ELVIO E. GANDOLFO
* * *
WILLY HARVEY
POEMA DOCE
Inútil lo que damos
si no permanece.
Quizá sólo permanezca
aquello que es,
aquello que por su naturaleza
no lleva intención ni acápite,
ni dedicatoria alguna.
WILLY HARVEY (1931-1982)
* * *
miércoles, 6 de octubre de 2010
EZRA POUND
El encuentro
Mientras ellos hablaban todo el tiempo de la nueva moral
ella me exploraba con sus ojos.
y cuando me levanté para marcharme
sus dedos fueron como el tejido
de una servilleta japonesa de papel.
Versión:Javier Calvo.
* * *
Mientras ellos hablaban todo el tiempo de la nueva moral
ella me exploraba con sus ojos.
y cuando me levanté para marcharme
sus dedos fueron como el tejido
de una servilleta japonesa de papel.
Versión:Javier Calvo.
* * *
lunes, 6 de septiembre de 2010
LA FLECHA Y EL BLANCO
La lógica de la poesía es inflexible. Tiene una sola cara porque es individual. Sería trágico que un texto de prosa guardara un significado distinto para cada lector: un mundo así estaría lleno de peligros. Pero sería más trágico aún que un poema significara lo mismo para todos. Un mundo así sería verdaderamente inhabitable, asfixiante: el triunfo definitivo de la sociedad de masas. La prosa se adapta a cada lector para significar lo mismo para todos. La poesía es exigente. El lector de poesía es alguien que accede al reclamo de adaptarse a la lógica del poema. Y el esfuerzo -el implicarse en el poema- tiene su compensación, allí el poema le descubre un sentido personal, único, para cada lector y -más aún- un sentido para cada lectura.
La prosa supone un arquero y un blanco. El escritor estira su arco, apunta cuidadosamente y lanza su flecha. El buen prosista da en el centro del blanco. Tanto el escritor como el lector ven el blanco, ven la flecha, su trayectoria y su destino. La poesía supone un arquero pero no supone un blanco.El poeta estira el arco y apunta hacia el espacio y el tiempo. No hay un blanco visible: la flecha se dirige hacia el infinito, hacia la eternidad. Su destino es el absoluto. Por eso para la gente de buen sentido el poeta parece ser un tonto que derrocha su vida lanzando flechas que van a no se sabe dónde, a ningún sitio útil. La gente de buen sentido no ve el destino de la flecha , para ellos la flecha se pierde en la nada. Pero el poeta no derrocha su vida. Él lanza su flecha con una enorme fe. "Adiós, adiós", le dice. El sabe que allí donde caiga la flecha estará el blanco. Porque el infinito no puede medirse. No es que sea más grande o quede más lejos que todo lo conocido o imaginado. La eternidad no es más grande que algún tiempo. Cuando se apague el sol, cuando se apague la última estrella de la última galaxia, ¿seguirá existiendo la eternidad? La eternidad es cuando se detiene el tiempo. Se detiene el tiempo, dejan de suceder cosas; y bien, esa es la eternidad. El lector de mirada pura, aquel que se implica en el poema, sigue la trayectoria de la flecha hasta que cae y -entonces- descubre el blanco. Porque allí donde cae la flecha, allí está el blanco.
GIANNI SICCARDI
* * *
La prosa supone un arquero y un blanco. El escritor estira su arco, apunta cuidadosamente y lanza su flecha. El buen prosista da en el centro del blanco. Tanto el escritor como el lector ven el blanco, ven la flecha, su trayectoria y su destino. La poesía supone un arquero pero no supone un blanco.El poeta estira el arco y apunta hacia el espacio y el tiempo. No hay un blanco visible: la flecha se dirige hacia el infinito, hacia la eternidad. Su destino es el absoluto. Por eso para la gente de buen sentido el poeta parece ser un tonto que derrocha su vida lanzando flechas que van a no se sabe dónde, a ningún sitio útil. La gente de buen sentido no ve el destino de la flecha , para ellos la flecha se pierde en la nada. Pero el poeta no derrocha su vida. Él lanza su flecha con una enorme fe. "Adiós, adiós", le dice. El sabe que allí donde caiga la flecha estará el blanco. Porque el infinito no puede medirse. No es que sea más grande o quede más lejos que todo lo conocido o imaginado. La eternidad no es más grande que algún tiempo. Cuando se apague el sol, cuando se apague la última estrella de la última galaxia, ¿seguirá existiendo la eternidad? La eternidad es cuando se detiene el tiempo. Se detiene el tiempo, dejan de suceder cosas; y bien, esa es la eternidad. El lector de mirada pura, aquel que se implica en el poema, sigue la trayectoria de la flecha hasta que cae y -entonces- descubre el blanco. Porque allí donde cae la flecha, allí está el blanco.
GIANNI SICCARDI
* * *
jueves, 2 de septiembre de 2010
CESARE PAVESE
LA CASA
El hombre solo escucha la voz calma
con los ojos entrecerrados, como una respiración
que alentara sobre el rostro, una respiración amiga
que remonta, increíble, desde el tiempo pasado.
El hombre solo escucha la voz antigua
que sus padres, en los tiempos, oyeron, clara
y ensimismada, una voz que como el verde
de los estanques y de las colinas oscurece a la noche.
El hombre solo conoce una voz de sombra
acariciante, que mana con tonos calmos
de un manantial secreto: la bebe absorto,
los ojos cerrados, y no parece que la tenga a su lado.
Es la voz que un día ha detenido al padre
de su padre, y a cada muerto de su sangre.
Una voz de mujer que suena secreta
en el umbral de la casa, al caer lo oscuro.
Versión: Jorge Aulicino
De Verrà la morte e avrà i tuoi occhi, Poesie, Mondadori, Milán, 1969
* * *
LA CASA
L'uomo solo ascolta la voce calma
con lo sguardo socchiuso, quasi un respiro
gli alitasse sul volto, un respiro amico
che risale, incredibile, dal tempo andato.
L'uomo solo ascolta la voce antica
che i suoi padri, nei tempi, hanno udito, chiara
e raccolta, una voce che come il verde
degli stagni e dei colli incupisce a sera.
L'uomo solo conosce una voce d'ombra,
carezzante, che sgorga nei toni calmi
di una polla segreta: la beve intento,
occhi chiusi, e non pare che l'abbia accanto.
E' la voce che un giorno ha fermato il padre
di suo padre, e ciascuno del sangue morto.
Una voce di donna che suona segreta
sulla soglia di casa, al cadere del buio.
* * *
EL AMIGO QUE DUERME
¿Qué le diremos esta noche al amigo que duerme?
La palabra más tenue nos trepa a los labios
desde la pena más atroz. Miraremos al amigo,
sus inútiles labios que no dicen nada,
hablaremos en voz baja.
La noche tendrá el rostro
del antiguo dolor, que resurge cada tarde,
vivo e impasible. El silencio remoto
sufrirá como un alma, mudo, en lo oscuro.
Hablaremos a la noche que respira en voz baja.
Oiremos cómo gotean los instantes en lo oscuro,
más allá de las cosas, en el ansia del alba,
que llegará súbitamente tallando las cosas
contra el muerto silencio. La luz inútil
revelará el rostro absorto del día. Los instantes
callarán. Y las cosas hablarán en voz baja.
* * *
L'AMICO CHE DORME
Che diremo stanotte all'amico che dorme?
La parola più tenue ci sale alle labbra
dalla pena più atroce. Guarderemo l'amico,
le sue inutili labbra che non dicono nulla,
parleremo sommesso.
La notte avrà il volto
dell'antico dolore che riemerge ogni sera
impassibile e vivo. Il remoto silenzio
soffrirà come un'anima, muto, nel buio.
Parleremo alla notte che fiata sommessa.
Udiremo gli istanti stillare nel buio
al di là delle cose, nell'ansia dell'alba,
che verrà d'improvviso incidendo le cose
contro il morto silenzio. L'inutile luce
svelerà il volto assorto del giorno. Gli istanti
taceranno. E le cose parleranno sommesso.
* * *
El hombre solo escucha la voz calma
con los ojos entrecerrados, como una respiración
que alentara sobre el rostro, una respiración amiga
que remonta, increíble, desde el tiempo pasado.
El hombre solo escucha la voz antigua
que sus padres, en los tiempos, oyeron, clara
y ensimismada, una voz que como el verde
de los estanques y de las colinas oscurece a la noche.
El hombre solo conoce una voz de sombra
acariciante, que mana con tonos calmos
de un manantial secreto: la bebe absorto,
los ojos cerrados, y no parece que la tenga a su lado.
Es la voz que un día ha detenido al padre
de su padre, y a cada muerto de su sangre.
Una voz de mujer que suena secreta
en el umbral de la casa, al caer lo oscuro.
Versión: Jorge Aulicino
De Verrà la morte e avrà i tuoi occhi, Poesie, Mondadori, Milán, 1969
* * *
LA CASA
L'uomo solo ascolta la voce calma
con lo sguardo socchiuso, quasi un respiro
gli alitasse sul volto, un respiro amico
che risale, incredibile, dal tempo andato.
L'uomo solo ascolta la voce antica
che i suoi padri, nei tempi, hanno udito, chiara
e raccolta, una voce che come il verde
degli stagni e dei colli incupisce a sera.
L'uomo solo conosce una voce d'ombra,
carezzante, che sgorga nei toni calmi
di una polla segreta: la beve intento,
occhi chiusi, e non pare che l'abbia accanto.
E' la voce che un giorno ha fermato il padre
di suo padre, e ciascuno del sangue morto.
Una voce di donna che suona segreta
sulla soglia di casa, al cadere del buio.
* * *
EL AMIGO QUE DUERME
¿Qué le diremos esta noche al amigo que duerme?
La palabra más tenue nos trepa a los labios
desde la pena más atroz. Miraremos al amigo,
sus inútiles labios que no dicen nada,
hablaremos en voz baja.
La noche tendrá el rostro
del antiguo dolor, que resurge cada tarde,
vivo e impasible. El silencio remoto
sufrirá como un alma, mudo, en lo oscuro.
Hablaremos a la noche que respira en voz baja.
Oiremos cómo gotean los instantes en lo oscuro,
más allá de las cosas, en el ansia del alba,
que llegará súbitamente tallando las cosas
contra el muerto silencio. La luz inútil
revelará el rostro absorto del día. Los instantes
callarán. Y las cosas hablarán en voz baja.
* * *
L'AMICO CHE DORME
Che diremo stanotte all'amico che dorme?
La parola più tenue ci sale alle labbra
dalla pena più atroce. Guarderemo l'amico,
le sue inutili labbra che non dicono nulla,
parleremo sommesso.
La notte avrà il volto
dell'antico dolore che riemerge ogni sera
impassibile e vivo. Il remoto silenzio
soffrirà come un'anima, muto, nel buio.
Parleremo alla notte che fiata sommessa.
Udiremo gli istanti stillare nel buio
al di là delle cose, nell'ansia dell'alba,
che verrà d'improvviso incidendo le cose
contro il morto silenzio. L'inutile luce
svelerà il volto assorto del giorno. Gli istanti
taceranno. E le cose parleranno sommesso.
* * *
sábado, 19 de junio de 2010
EL MUNDO ES MALO
--Pitirre conoce un nido de chorchitas--decía el diablo.
--Pero Pitirre no se lo enseña a nadie-- decía el niño.
--Sólo por cinco cigarros--decía el diablo.
--Si faltan los cigarros me cuerea mi papá--decía el niño.
--Tu papá anda bebiendo guaro en La Azucena--decía el diablo.
El niño miraba la gaveta.
--Ya las chorchitas están emplumadas--decía el diablo.
El niño abría la gaveta.
--Quién anda en la gaveta--gritó desde la cocina la mamá.
--Decí que andás buscando tu cortaplumas--decía el diablo.
--Yo mamá, que ando buscando mi cortaplumas--gritó el niño, metiéndose los cigarros en el bolsillo.
Pitirre estaba en la orilla del río.
--¿Qué estás haciendo?--dijo el niño.
--Nada--dijo Pitirre.
--Vos conocés un nido de chorchitas--dijo el niño.
--Quién dice--dijo Pitirre.
--El diablo--dijo el niño.
--Mentiras--dijo Pitirre.
--Juralo--decía el diablo.
--Por ésta--dijo el niño.
--Ya juraste en vano--dijo Pitirre.
--Decile me condeno--decía el diablo.
--Me condeno--dijo el niño.
--Te condenás--dijo Pitirre.
--Sacá un cigarro--decía el diablo.
El niño sacaba un cigarro.
--Dame la Chiva--dijo Pitirre.
--Si me enseñás el nido--dijo el niño.
--Pues no—dijo Pitirre.
--Masiemos que fumo—dijo el niño.
--Si me das cinco cigarros te enseño--dijo Pitirre.
--Bueno--dijo el niño.
--Andá trete el tizón--dijo Pitirre.
El niño no se atrevía a entrar en la cocina.
--En la cocina está mi mamá--decía el niño.
--Llamá a la Socorrito que te lo saque--decía el diablo.
La muchachita estaba junto a la puerta de la cocina.
El niño la llamaba por señas desde largo. La muchachita lo miraba desconfiada.
--Vení--dijo el niño.
La muchachita se le acercaba.
--Andá treme un tizón a la cocina--dijo el niño.
--Anda vos--dijo la Socorrito.
--Pegale--decía el diablo.
--Si no vas te pego--decía el niño.
--Para qué querés tizón--dijo la Socorrito.
--Para prender un cigarro--dijo el niño.
--Si me das uno--dijo la Socorrito.
--Bueno--dijo el niño.
--A ver--dijo la Socorrito.
--Andá primero--dijo el niño.
La muchachita se hiba a traer el tizón a la cocina.
--¿Te gusta?--dijo el diablo.
--Sí--decía el niño.
La muchachita volvía con el tizón.
El niño cogía el tizón.
--A ver mi cigarro--dijo la Socorrito.
--Decile sólo que juguemos a los casados--decía el diablo.
--Sólo que juguemos a los casados--decía el niño.
--Dame primero mi cigarro--dijo la Socorrito.
--Tomálos-- dijo el niño.
El niño y la muchachita encendían sus cigarrillos con el tizón.
--Vamos, pues, a jugar a los casados--dijo la Socorrito.
--Primero vamos a ver un nido--dijo el niño.
Pitirre los esperaba a la orilla del río.
--A ver mis cinco cigarros--dijo Pitirre.
--Tomálos--dijo el niño.
--Ónde está el nido--dijo la Socorrito.
--¿Cual nido?--dijo Pitirre
--El nido--dijo el niño
--Te engañé, baboso--dijo Pitirre.
El niño cambiaba de colores.
--¿Son mentiras?-- dijo la Socorrito.
--¡No pues!--dijo Pitirre.
--A ver mis cigarros--dijo el niño.
--Tomá--dijo Pitirre haciéndole la guatusa.
--Mentale su mama--decía el diablo.
--Tu mama--dijo el niño.
--La tuya--dijo Pitirre.
--Decile tu papa es ladrón--decía el diablo.
--Tu papa es ladrón--dijo el niño.
--Y tu papa es picado--dijo Pitirre.
--Más picado es el tuyo--dijo el niño.
--Tu papa tiene cara de lechuza--dijo Pitirre.
El niño estaba enfurecido. Pitirre se reía. La muchachita los miraba el uno al otro. El niño se contenía para no llorar.
--Tu papa le pega a tu mama--dijo Pitirre.
--Tambien mi papa le pega a mi mama--dijo la Socorrito.
El niño estaba ciego de rabia.
--Cortalo con tu cortapluma--decía el diablo.
El niño estaba sacando su cortapluma. Pero Pitirre era más fuerte, le arrebataba el cortapluma y le pegaba.
El niño, dando gritos, corría en busca de su madre.
--Ya salió llorando--dijo Pitirre.
--Cochón--dijo la Socorrito.
Cuando quedaron solos Pitirre y la muchachita, el diablo quedó con ellos, mirándolos y sonriendo.
--¿No tenés nido, pues?--dijo la Socorrito.
--Tres tengo--dijo Pitirre.
--Dame uno--dijo la Socorrito.
--Sólo que hagamos aquello--dijo Pitirre.
--Primero dame el nido—dijo la Socorrito.
--Después--dijo Pitirre.
--Júralo--dijo la Socorrito.
--Por ésta--dijo Pitirre.
--Bueno-dijo la Socorrito.
El diablo nada tenía que decir y se pasaba la lengua por el hocico. Tenía sueño y se durmió.
JOSE CORONEL URTECHO
viernes, 21 de mayo de 2010
CERCANA A LOS OJOS...
Cercana a los ojos y a los cabellos libres
sobre la frente, tú pequeña luz,
distraída enrojeces mis papeles.
Adolescente ardías hacia la noche
con tu débil claridad, y era extraño
oir el viento y los aislados grillos.
Olvidados, entonces, en los cuartos
dormían los parientes, y mi hermano
descansaba tras un muro sutil.
Ahora donde él esté tú, roja luz,
no dices, aunque ilumines; y suspira
por los campos inanimados el grillo;
y mi madre se peina ante el espejo,
costumbre antigua como tu luz,
pensando en aquel su hijo sin vida.
PIER PAOLO PASOLINI
***
miércoles, 7 de abril de 2010
POEMA DE VINICIUS
LA AUSENTE
Amiga, infinitamente amiga
En algún lugar tu corazón late por mí
En algún lugar tus ojos se cierran al recordar los míos
En algún lugar tus manos se crispan, tus senos
Se hinchan de leche, desfalleces y caminas
Como ciega a mi encuentro…
Amiga, última locura
La tranquilidad suavizó mi piel
Y mis cabellos. Sólo mi vientre
Te espera, lleno de raíces y de asombros
Ven amiga.
Mi desnudez es absoluta
Mis ojos son espejos para tu deseo
Y mi pecho es tabla de suplicios
Ven. Mis músculos son dulces para tus dientes
Y áspera mi barba. Ven a sumergirte en mí
Como en el mar, a nadar en mí como en el mar
Ven, ahógate en mí, amiga mía
En mí como en el mar…
VINICIUS DE MORAES
***
viernes, 2 de abril de 2010
EMILY DICKINSON
PARA CREAR UN PRADO
Para crear un prado
Se necesita un trébol y una abeja,
Un trébol y una abeja
Y fantasía.
Si la abeja es esquiva,
Bastará fantasía.
TO MAKE A PRAIRIE
To make a prairie it takes a clover and one bee,
One clover, and a bee,
And revery.
The revery alone will do,
If bees are few.
EMILY DICKINSON
(1830-1886)
Versión de RICARDO H. HERRERA
***
lunes, 29 de marzo de 2010
MUERTE, ANIMAL Y PERFUME
Cada vez que te amo
Cada vez que te amo me suceden las cosas
más tristes, me aprisionan de lejos,
me golpean a espaldas, veo mariposas.
Cada vez que cumplo con mi sangre en morir
estoy sin perros, paseándome en espejos.
No puedo consolarme ni dejar de sufrir.
Cuando no te amo y ya me he muerto,
me siento alegre porque me has dejado
crecer de noche y en lo descubierto.
Grito cuando te olvido, sin embargo.
Soy un caballo en pelo y desbocado.
Yo me persigo en un bosque largo.
LIBERTAD DEMITRÓPULOS
un poema de su libro MUERTE, ANIMAL Y PERFUME
San Salvador de Jujuy, 1951
***
martes, 2 de marzo de 2010
GÜNTER GRASS
LA BATALLA NAVAL
Un portaaviones norteamericano
y una catedral gótica
se hundieron
en medio del Océano Pacífico
uno al otro.
Hasta el final
el joven vicario tocó el órgano.
Ahora aviones y ángeles están suspendidos en el aire
y no pueden aterrizar.
De su libro "Triángulo de vías" (1960)
Traducción de Rodolfo Alonso y Klaus Dieter Verveurt
***
domingo, 14 de febrero de 2010
SANTAFESINO DE VERAS
GABRIEL, LOBO, 5
(Madrid, 1955)
Y vosotros, habitantes de un mundo efímero
¿vendreís a escuchar a estas mujeres simples
señoras completamente negras y con encanjes
que piden excusas antes de hablar de la muerte?
La traición, los besamanos de la fe
el aullido del hambre
los golpes de fusil en la Moncloa
la entrada de los nacionales
las ratas en los sótanos
los señoritos las señoritas
el obispo de chaqueta alemana
la ceniza sobre el cadáver de la ciudad sitiada.
Estas murallas de geranios, este país que odio
y que amo
este olor a frituras y vino de Castilla
estos pueblecitos secos
esta piedra
masticada por la eternidad, por la desgracia.
MIGUEL BRASCÓ
***
TANTEOS NOMADES
LO UNICO QUE SE FUE CUANDO PARTI
Se quema
el tiempo silencioso
inerte
en el sucedido de la noche negra,
los desnudos vitorean los desnudos
y dentro el alma se colma viscosa
contra la "Cacique" de plumón argentino.
-Recibas ya enarbolado
el rígido tenor del saxo filoso
en moribundas notas breves
raso la penumbra de zoológico silencio-
Opacos
tres aros pegadizos
frenan reflejos
con la trampa alcohólica de ginebra
y luego solo
de agua blanca que late la sien con
el pasaje desdibujado del tiempo.
En mimo de la oscuridad generalizada
las pequeñas cosas se ven únicas:
los cuerpos encontrados
succionan para sí
el sufre sudor salado
sobre grávidos pechos fáciles.
-María se tendió con otro-
las piernas le son idénticas
con amagadas várices violeta
de trágica piel holandesa.
(La superioridad de extensas nebulosas cambá
agrega temor de diablo a la danza de mucosa).
Hay un claro de pañuelo, sobria alfombra voladora
del viento blanco
que la Luna mete por la ventana.
¡Ay!
María
se reparte la vergüenza
por el cuero fino de tus piernas
y quien
baila amor con ella
soy
la manera de agitarla
de hacerla saranda bajo la tormenta de Luna.
(La carne que ahora tiene morada
es lo único que se fue cuando partí).
GUILLERMO THOMAS
de su libro TANTEOS NOMADES, Rosario, 1974 .
***
sábado, 6 de febrero de 2010
LICENCIA
AQUI empieza el descanso.
En mi conciencia y el almanaque
junto a mi nombre y cargo en la planila
aquí empieza el descanso.
Dos semanas.
Debo apurarme porque hay tantas cosas
recuperar el mar
eso primero
recuperar el mar desde una altura
y hallar toda la vida en cuatro olas
gigantescas y tristes como sueños
mirar el cielo estéril
y encontrarlo cambiado
hallar que el horizonte
se acercó veinte metros
que el césped hace una año era más verde
y aguardar con paciencia
escuchando los grillos
el apagón tranquilo de la luna.
Me desperezo
grito
poca cosa
qué poca cosa soy sobre la arena
la mañana se fué
se va la tarde
la caída del sol me desanima
sin embargo respiro
sin embargo
qué apretujón de ocio a plazo fijo.
Pero nadie se asusta
nadie quiere
pensar que se ha nacido para esto
pensar que alcanza y sobra
con los pinos
y la mujer
y el libro
y el crepúsculo.
Una noche cualquiera acaba todo
una mañana exacta
seis y cuarto
suena el despertador como sonaba
en el resto del año
un alarido.
Aquí empieza el trabajo.
En mi cabeza y en el almanaque
junto a mi nombre y cargo en la planilla.
Aqui empieza el trabajo.
Mansamente.
Son
cincuenta semanas.
MARIO BENEDETTI
del libro POEMAS DE LA OFICINA
***
lunes, 18 de enero de 2010
EL LIBRO DE MONELLE
Callóse Monelle y me lanzó una mirada: He salido de la noche -dijo- y volveré a la noche. Pues yo también soy una pequeña ramera.
Y Monelle dijo después:
Tengo piedad de ti, tengo piedad de ti, mi amado.
Sin embargo,volveré al seno de la noche; pues es necesario que me pierdas, antes de volverme a encontrar. Y si me encuentras, huiré de ti nuevamente.
Pues yo soy la que está sola.
Y dijo luego Monelle:
Porque estoy sola tú me darás el nombre de Monelle. Pero no olvidarás que tengo todos los otros nombres.
Y yo soy ésta y aquélla y la que no tiene nombre.
Y te conduciré entre mis hermanas, que son yo misma, y semejantes a rameras sin inteligencia.
Y tú las verás atormentadas por el egoísmo, la voluptuosidad, la crueldad, el orgullo, la paciencia y la piedad, sin haberse encontrado todavía a sí mismas.
Y las verás irse a lo lejos, para buscarse a sí mismas.
Y tú mismo me encontrarás y yo me encontraré a mí misma; y me perderás y yo te perderé.
Porque soy la que se pierde tan pronto como se la encuentra.
***
Fragmento de EL LIBRO DE MONELLE de MARCEL
SCHWOB
Traducción de TEBA BRONSTEIN
***
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